Cuando
uno se pone a leer noticias sobre la cocina española todas son sobre los
grandes restaurantes, eso sitios donde comer es casi un pecado (por lo que
cuesta), sin embargo en este País
tenemos una cocina fabulosa y además
variadísima. Yo no voy a contarles las excelencias de esas grandes
cocinas, soy más simple, es por ello que he decidido hacer este pequeño
homenaje a un restaurante, sin nombre, sin carta de cocina, ni carta de vinos,
sin camareros.
Estaba
de visita en Almería, donde tengo mi hijo de profesor en un Instituto de una
barriada de Almería, El Alquián, que según el Instituto Nacional de Estadística
cuenta con 5.760 habitantes y, cuya única industria son los invernaderos.
Es
indudable que no esperaba encontrar por allí ningún restaurante con estrellas
Michelin, CASA LA QUICA que así se llama el restaurante, ningún letrero anuncia que allí hay nada que
se parezca, entramos, una casa con mucho recuerdos de todo tipo. Una foto de
los Reyes debajo de una estantería con 10 botellas de vino de elaboraciones
especiales para los ejércitos, Cuerpo de Policía, La Legión, La Guardia Civil,
Los GEOS. Dicen que en alguna ocasión Felipe González estuvo comiendo allí y, también el ciclista Mallorquín
campeón del Mundo en Pista Joan Llaneras.
El
Restaurante esta regentado por Dña,
Amelia Nieto y su hijo Gabriel Baeza, una señora entrada en años, que es la que da nombre al restaurante y su
hijo, da la sensación de que se pasan el día discutiendo, más por la diferencia
de edad y mentalidad que por otra cosa.
Como
nos habían advertido, no hay carta, así que preguntamos que podíamos comer,
jamás había visto una carta semejante por decirlo de alguna manera, nos abrieron
un gran armario frigorífico y nos sacó cuatro bandejas, una contenía unos 6 o 7
Calamares de un gran tamaño, la segunda 12 salmonetes de unos 300 gr, cada uno,
otra con unos rodaballos y la última con una docena de cortadas de atún fresco,
eso era todo lo que había, ni carne ni más historia, pescado fresco del día,
nos comimos dos calamares al aceite y
dos salmonete por persona, una botella de vino, agua, y alguna cerveza. Postre
nadie podría imaginar lo que puede ser un postre. Solo había dos tipo de flan,
uno el clásico de huevo y el otro de café.
Pedimos
flan por supuesto, pero cuando este llego a la mesa fue un escándalo, nos puso
dos flanes para compartir, pero cada flan llevaba una docena de huevos, el café
de cafetera expreso. Quiero significar, que si los Calamares al Aceite estaban
exquisitos, los Salmonetes sensacionales y el Flan, nos lo comimos todos (para
no quedar mal). Un trato familiar antes, durante y después de la comida, sin
historias, aquí lo que vale es la calidad.
Finalmente
la factura, Uds. podrían pensar que a pesar de todo nos pegaron un sablazo,
pues todo lo contrario, salimos a 35 Euros, realmente me pareció muy bien, de tal manera que les prometo que
antes de que acabe el año volveré.
Muchas
gracias a la Sra. Quica y a su hijo a eso le llamo yo hacer patria.
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